Tomé la decisión de cambiar de operadora y anular el plan que tenía en Claro ya que me parece un abuso las tarifas que cobran y se me consumía muy rápido el saldo como me imagino le ocurre a la mayoría de ecuatorianos, lo que no sabía era todo lo que iba a pasar para poder lograr mi objetivo, aquí unas recomendaciones:
1.- Cuando se acerquen a coger un ticket y la persona que esté atendiendo le pregunte ¿qué trámite va a realizar? Nunca pero nunca le digan que van a anular a un plan porque se van a encontrar con todo tipo de evasiones como: no tenemos sistemas, estamos a full con clientes por favor vaya a otra agencia, tiene que esperar el día de su corte, etc. Digan razones como voy a consultar el estado de mi línea, a preguntar sobre los planes, etc.
2.- Luego de haber sorteado este primer obstáculo prepárense para escuchar las magníficas bondades que tiene esta operadora y que es una estupidez dejarla, por mas que ustedes digan que no los seguirán bombardeando de labia y hasta le van a ofrecer regalarles megas y minutos, manténganse firme en que no quieren nada y que lo único que desean es salirse de ese matrimonio macabro.
3.- Si lograron pasar estos dos obstáculos aún no canten victoria pues les explicarán que en un lapso de 15 días se va anular su plan y que deben esperar a que lo llamen, efectivamente lo llaman pero el día 15 y otra vez a ofrecerles megas, minutos, mensajes para que no se vayan por favor mantengan su palabra de que no quieren nada. Después de haber escuchado media hora de ofrecimientos y repetir mas de 15 veces que no quieren por fin escucharán: su línea va a pasar a prepago en el transcurso del día, no, todavía no griten que por fin lo consiguieron porque aún no está.
4.- Ya falta poco...... ustedes están creídos que ya el plan va a estar en prepago pero no es así, van a tener que acercarse mas de dos veces a una agencia a preguntar por qué no está su requerimiento y les van a decir que estaba mal ingresado, que hay una falla a nivel nacional en el sistema y que debemos tener paciencia.... a la tercera vez que vayan y ya no se muestren tan amables les dirán que ya está listo y que en unas horas su plan habrá sido historia.
Llamen a servicio al cliente y pregunten si ya está en prepago, si ya lo está ahora si compren una jaba en la esquina y celebren.
Espero les sirva
Música y Letras
sábado, 7 de febrero de 2015
lunes, 29 de septiembre de 2014
YOUTUBE PRESENTA NUEVO CANAL CON 13 MIL CONCIERTOS GRATUITOS
La plataforma de vídeos YouTube lanzó un nuevo canal dirigido a los usuarios que disfrutan de ver conciertos. Se trata de “Music Vault”, un canal que cuenta con gran cantidad de material remasterizado, presentaciones poco conocidas y rarezas, todo restaurado de vídeos originales.
Entre los artistas que es posible visualizar constan The Who, Led Zeppelin, Bob Dylan, Bruce Springsteen o conciertos legendarios como Woodstock en un playlist que cuenta con 13 mil presentaciones y cerca de 2 mil horas de documentación audiovisual de primer nivel.
martes, 1 de abril de 2014
Aquí un aporte de mi amigo Darìo Oviedo sobre las elecciones pasadas en nuestra ciudad: Milagro
OBJETIVIDAD UTOPICA
Después de la vorágine política vivida semanas atrás y sus ambiguos resultados, que dejó una mancha de duda e inconformidad en gran parte de la ciudadanía milagreña, produce una espantosa admiración los sucesos que acompañaron a las ya acostumbradas campañas políticas, llenas de demagogia y ataques entre opositores dignas de la politiquería antonomásica. Si bien, esto forma parte ya de nuestra circense forma de democracia, resulta interesante comprobar, la poca objetividad y evidente parcialidad, con que los medios de comunicación manejaron las campañas de cada uno de los diferentes candidatos.
domingo, 30 de marzo de 2014
Un breve perfil de Roberto Musso de El cuarteto de nos, uno de los mejores compositores del momento
El Cuarteto de Nos, música antiautoayuda
Este grupo uruguayo contradice los consejos de la autoayuda. ¿Cómo lograron ser exitosos cantándole a los tristes y fracasados del mundo?
Roberto Musso vive en un piso alto en Montevideo. El sitio en el que más tiempo pasa en su casa es el living, que tiene un sillón blanco, otro azul, una chimenea y un ventanal con vista al Río de la Plata. Pero no siempre fue así. Antes era una terraza, y ahí, mirando al abismo, unas frases extrañas empezaron a llegar a su cabeza.
“Lo que me daba placer ahora me da dolor”.
“Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegué, ya sufrí, ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fui, ya volví, ya fingí, ya mentí”.
“Y entre tantas falsedades, muchas de mis mentiras ya son verdades”.
“Ya no sé que hacer conmigo”.
Un gurú de autoayuda o un psicólogo habrían dicho que Roberto, el vocalista del Cuarteto de Nos, sufría un agudo cuadro de depresión y que ahí, en ese balcón, corría peligro. Pero no. Todo lo contrario. De hecho, esas frases las convirtió en una canción, “Ya no sé qué hacer conmigo”, que vendió tanto que, con ese dinero, construyó en esa terraza el living que hoy es su sitio favorito de la casa.
Hablar del fracaso, en este caso, paga. Sin embargo, Roberto dice que el personaje de esa canción no es un fracasado, sino una persona que a pesar de haberlo intentado todo, sigue intentando. Es decir, es un campeón del fracaso, y en eso, en cierta forma, radica el éxito de El Cuarteto de Nos.
Al momento de escribir esa canción, Roberto no se sentía mal. Su proceso de composición obedece a otra lógica. En algún momento de su vida quizá sí se sintió así, sin saber qué hacer consigo mismo, porque le gusta escribir de cosas que ha vivido, pero en ese momento no fue así. Roberto, además de un músico exitoso, es un ingeniero de sistemas cotizado, que cuando no está de gira o grabando con El Cuarteto de Nos, explota su vena matemática. En el colegio le iba bien, de hecho dice que nunca quiso matar a su maestra, como sí lo hizo el niño de su canción “Maté a la maestra”.
La canción dice: “porque al otro año yo no iba a pasar / maté a la maestra / vos te ibas a enojar / y papá me iba a fajar / maté a la maestra”.
Sin embargo, como el caso de “Ya no sé que hacer conmigo”, las cosas pueden verse de otro modo. Este niño no es un asesino descarnado, sino un niño que mata a su maestra para no perder el año y no causar una tragedia familiar. El niño mata, de hecho, como defensa a su familia.
Así son todas las canciones de El Cuarteto de Nos, retahílas, pensamientos contradictorios, tan ricos en letras que, como un buen libro, hay que visitar una y otra vez a lo largo de los años para poder entender bien y oír cosas nuevas en cada letra. Decir, entonces, que Roberto Musso es uno de los mejores escritores que ha dado Uruguay no es exagerado. Sus letras, de hecho, hacen quedar muy mal parados a los roqueros latinoamericanos.
Mientras Cerati escribía cosas sin sentido que le dieran rima, Roberto se sienta en su living a pulir sus frases una y otra vez, para encontrar la rima exacta que diga lo que él quiere, no lo que la inspiración poética le dicta. Por ejemplo, Damián, el de “Yendo a la casa de Damián”, no es un amigo ni un tío de Roberto, sino el nombre perfecto que encontró para la rima que necesita, un nombre, además, que le sirve para hacerle una mención al libro “Damián”, de Herman Hesse. En Roberto no existen frases como “un árbol color sodio / y la caída / de un ángel eléctrico”. Roberto ha leído Bukowski, a García Márquez, a Cortázar. Nunca antes la matemática y la literatura habían estado tan cerca en la música latinoamericana.
“Un día fui a acompañar a mi madre a recoger el resultado de un análisis médico, y había una mujer al lado que decía que el médico le había dado mal el encefalograma. Entonces me hizo mucha gracia la frase y dije que tenía que meterla en una canción”, dice Roberto por teléfono, mientras camina hablando por teléfono en su amado living. Le costó mucho trabajo, pero pudo lograrlo. Así nació “Sólo estoy sobreviviendo”, de su nuevo disco, Porfiado, donde dice: “hasta el Dalai Lama tuvo sus 15 minutos de fama / Es el drama de ‘el que no llora, no mama’ / Pero juro que no es llana la línea de mi encefalograma”.
Pero más que inspiración, Roberto busca crear situaciones, contar historias y juegos de palabras. “Todos pasan por mi rancho”, otra canción de Porfiado, es la radiografía de un hombre que por más que ve que las cosas no le funcionan y todo el mundo se lo advierte, sigue empecinado. En cierta forma, la canción está inspirada en la hermana de Roberto, que tiene 38 años, es bonita e inteligente, pero no encuentra novio: “Todos pasan por mi rancho / pero nadie se detiene / siempre algún temor les viene / que con nada los engancho”.
Y gracias a esa búsqueda de la historia y la rima y el significado en una canción, El Cuarteto de Nos ha logrado hacer una música sin edad. Al principio, pensaban que con esas letras podrían llegarle solo a personas mayores de 30 años, pero Roberto se ha asustado al ver que sus conciertos están llenos de niños que se saben mejor que él sus propias canciones, como si se tratara de rondas infantiles que les dicen, a su tierna edad…
“¡Ay qué pena! / ver la indiferencia ajena / ignorando mi tesoro / ¡Ay qué pena! / nadie entiende esta condena / de estar solo...”.
Por Simón Posada.
Editor vive.in.
Pero más que inspiración, Roberto busca crear situaciones, contar historias y juegos de palabras. “Todos pasan por mi rancho”, otra canción de Porfiado, es la radiografía de un hombre que por más que ve que las cosas no le funcionan y todo el mundo se lo advierte, sigue empecinado. En cierta forma, la canción está inspirada en la hermana de Roberto, que tiene 38 años, es bonita e inteligente, pero no encuentra novio: “Todos pasan por mi rancho / pero nadie se detiene / siempre algún temor les viene / que con nada los engancho”.
Y gracias a esa búsqueda de la historia y la rima y el significado en una canción, El Cuarteto de Nos ha logrado hacer una música sin edad. Al principio, pensaban que con esas letras podrían llegarle solo a personas mayores de 30 años, pero Roberto se ha asustado al ver que sus conciertos están llenos de niños que se saben mejor que él sus propias canciones, como si se tratara de rondas infantiles que les dicen, a su tierna edad…
“¡Ay qué pena! / ver la indiferencia ajena / ignorando mi tesoro / ¡Ay qué pena! / nadie entiende esta condena / de estar solo...”.
Por Simón Posada.
Editor vive.in.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)