OBJETIVIDAD UTOPICA
Después de la vorágine política vivida semanas atrás y sus ambiguos resultados, que dejó una mancha de duda e inconformidad en gran parte de la ciudadanía milagreña, produce una espantosa admiración los sucesos que acompañaron a las ya acostumbradas campañas políticas, llenas de demagogia y ataques entre opositores dignas de la politiquería antonomásica. Si bien, esto forma parte ya de nuestra circense forma de democracia, resulta interesante comprobar, la poca objetividad y evidente parcialidad, con que los medios de comunicación manejaron las campañas de cada uno de los diferentes candidatos.
Las diatribas de los medios de comunicación, aparentemente independientes y el gobierno de turno ha sido un tema en boga durante los últimos años, que dio como resultado la actual ley orgánica de comunicación, a la que los comunicadores de todo nuestro país deben sujetarse. Resulta pertinente entonces preguntarse, hasta que punto nuestros medios de comunicación han cumplido este mandato, algo que por cierto, puede resultar subjetivo tomando en cuenta su interpretación particular.
Podemos entonces concluir, que no debería ser la amenaza de las sanciones a la infracción de la ley lo que debe sujetar a los medios de comunicación a cumplir su oficio de la forma en que debe de ser: objetivos, independientes e imparcializados, sino su entrega absoluta ante la altísima responsabilidad que éstos tienen hacia la comunidad, un deber que lamentablemente ha sido reemplazado por el interés del capital.
